El bonsái

El bonsái.

(Tipo de árbol: Olmo)

Tengo en casa desde hace unos días, a mi cuidado, un bonsái, es de un hijo viajero, yo con este arbolito, arbolazo, no sé cómo decirlo, lo único que hago, es regarlo de vez en cuando. Un buen día, mirando el árbol, reflexioné, y le dije a un nieto,

 -oye, fíjate como está el bonsái.

 Lo miramos y coincidíamos en el aspecto, en unos días había cambiado. Las hojas, la tonalidad verde de sus hojas, había cambiado, el aspecto cursivo de su entorno, prácticamente había desaparecido. Estaba creciendo como le daba la gana. A lo ancho, a lo alto, al fondo, bueno, una hermosura.

Terriblemente feo, según los manuales del buen cuidado del bonsái. Me imagino.

La cosa parecía que se quedaba en eso, una anécdota, y ya está.

Pero sucede,  que mirando el arbolito, le dije a mi nieto, estate atento, en tu vida, muchos van a querer recortarte como a este bonsái. Lo grande es que primero o a la vez, te van a decir a ti que tengas cuidado.

Un poco lioso, a lo derecho, mira, mi experiencia es la siguiente, yo tengo 66 años, soy sabio porque soy una persona que ya ha vivido muchas horas, no por otra cosa. Y te digo, treinta años de mi vida he hecho lo que me ha dado la gana, (yo me lo creía) y otros treinta y tantos, Dios está tratando de hacer conmigo una historia.

La primera etapa, en la que yo me creía libre, estaba siendo sometida a una poda diaria, en el vestir, en el comer, en la moda, en lo moderno, en lo antiguo, en la música, en todo, una poda en cada uno de mis movimientos. Siempre he pensado que alguien juega con la marioneta y la mueve para un lado y para otro. Estamos manipulados. Hoy viendo el arbolito, se me hacer ver que estamos siendo podados continuamente. A veces hasta nos colorean el pelo, el que lo tenga o nos lo cortan, rapadito por aquí, larguito por aquí, afeitadito por allá, que libre soy. Mentira. Bonsáis, el mundo está lleno de bonsáis, Esa es mi experiencia.


La verdadera libertad, yo no la encontré en la política clandestina, en el hacer lo que me daba la gana. 

La verdadera libertad, la encontré en la iglesia, la encontré en Jesucristo que me ama y no me juzga. 

Todo lo contrario a lo que te puedan estar diciendo a ti ahora, le comente a mi nieto. Bonsáis, bonsáis, bonsáis, rodeado de bonsáis, modas, estilos, formas de esclavitud encubierta, al otro lado alguien manejando la marioneta, alguien podando el bonsái.





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